Todos tenemos ‘ese’ amigo. El amigo que inmigró, y que todo le salió bien. El amigo que inmigró, y que todo le salió mal. Y el amigo en que se inspiró el chiste: “Quieres regresar a tu país con 1 millón de dólares? Emigra con 2 millones!”
Todos estos individuos están llenos de anécdotas y experiencias personales. Sin duda, todos tienen historias que contar. Pero las vivencias sufridas, sean positivas o negativas, no los hacen expertos en inmigración ni autoridades en la materia. Y mucho menos, sus experiencias deben ser tomados como norma en una industria cada vez más compleja y profunda como es la inmigración de negocios.
A Usted amigo lector le parecerá increíble la cantidad de clientes con que nos encontramos que han basado su plan migratorio en lo que les recomendó un amigo. Al indagar si su amigo es abogado, la respuesta que obtenemos es siempre la misma: “No”.
Tendríamos que dedicar decenas de posts a contar las historias de terror que hemos escuchado a consecuencia de seguir las recomendaciones de ‘ese’ amigo, quien, cargado de buenas intenciones, no está realmente capacitado para guiar a otro en sus esfuerzos migratorios. O es que acaso Usted se dejaría operar de un ‘médico’, sin título alguno, que solo ha hecho una operación en su vida profesional?
Justo ahí radica el problema. Como si fuera poco no contar con estudios y entrenamiento, su amigo vivió un solo caso. Si mucho, su caso y el de otro familiar o amigo. Su amigo no maneja los miles de casos que manejamos los que trabajamos en el mundo de la inmigración de negocios. Su amigo desconoce las tendencias en las solicitudes adicionales de evidencia, las normas no-escritas de los consulados, o el comportamiento interno de los organismos oficiales. Su amigo concluye que todos los casos son como el suyo, como si de una plantilla se tratára, y nada está más lejos de la realidad.
Cada caso es diferente. Y cada caso va a variar de acuerdo a la realidad política del momento en que se vive. El inversionista que aplicó bajo el mandato del Presidente Obama, no fue evaluado de la misma manera que el inversionista que actualmente aplica bajo el liderazgo del Presidente Trump. Adicionalmente, el abogado que le funcionó a su amigo, no necesariamente es el abogado que le funcionará a Usted. El enfoque del caso que le sirvió a su amigo, seguramente no será el enfoque que le funcione a Usted.
Por ello, tome los consejos de ‘ese’ amigo, como dicen los Americanos: “with a grain of salt”. Escúchelo, pero tome sus decisiones basándose en su investigación, en sus necesidades y en sus propias conclusiones. Y rodéese de profesionales con experiencia comprobada en el área de inmigración: abogados que han sido entrenados para entender y aplicar la ley en los Estados Unidos y que, a la vez, son responsables y regulados por el gobierno Americano para llevar sus prácticas siguiendo estrictas pautas y lineamientos. Trabajar con profesionales es una protección adicional para Usted.
Trabajamos con mas de 500 abogados en todo el país, con diferentes especializaciones y perfiles. Llámenos hoy por el 305.777.0228 y con gusto lo contactaremos con aquellos que estén alineados con sus necesidades y requerimientos. Recuerde que obtener apoyo profesional al momento de inmigrar no solo eleva sus posibilidades de éxito sino que identifica posibles riesgos y obstáculos fácilmente sobrellevados con la asesoría adecuada.
